Recursos humanos
La presión de ser el mejor cuando no te da la gana de serlo y la amenaza del paro sin amparo pendiendo como una espada sobre la cabeza. He ahí el empleo: del tiempo, de la furia, de la bilis, de la lágrima, de lo que sea. No importa, todo sirve para servir, todo va para la máquina moledora de carne y hueso.
Sólo me redimirán la fuga y el amor: el delicado reino de cada noche en tus brazos calientes.
1 Comentarios:
El amor, las largas caminatas nocturnas, el olor de mar, el silencio tibio... el mundo entero por explorar. Felizmente, para buscar la felicidad no se marca tarjeta.
martes, agosto 04, 2009 12:36:00 p. m.
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